Recetas de cocina para aprender inglés

Por Famworld
-
07/01/23
Recetas de cocina para aprender inglés

En esta era globalizada, el inglés se ha vuelto casi indispensable para sobrevivir. Cada vez son más las personas que deciden aprender este hermoso y útil idioma con el fin de abrir nuevas puertas. El inglés, sin embargo, no se puede aprender en un día; requiere práctica y paciencia para ser completamente comprendido y dominado por toda la familia. Hay muchas formas de facilitar el proceso de aprendizaje del inglés entre los miembros de una familia; una de ellas es cocinar juntos. Y es que cocinar juntos puede ayudar a los miembros más pequeños a practicar este hermoso idioma sin sentirse excluidos del proceso educativo en su hogar. Esta forma es un excelente método de aprendizaje para los miembros más jóvenes de la familia, pues les permite involucrarse activamente en el proceso, los más pequeños sentirán que están en una homestay Ireland cocinando platos y a la vez aprendiendo inglés.

 

Como sabemos, el inglés se ha convertido en uno de los idiomas más hablados a nivel mundial y cada vez hay más personas lo estudian para mejorar su nivel laboral, académico u otros fines. Darle al inglés la importancia que merece es absolutamente necesario si deseamos darnos a conocer en un mercado globalizado. Por ello, no es de extrañar que las familias estén buscando recursos innovadores y divertidos para aprender inglés entre los miembros de la familia. Y… ¿qué mejor forma que aprenderlo cocinando? Como dirían en francés, no hay nada mejor que “apprendre l'anglais en famille”.

 

Descubrir el mundo del inglés entre fogones puede ser toda una experiencia incentivadora para los niños (y adultos) donde además de adquirir conocimiento culinario también se le impartirán algunas palabras básicas del idioma. Esta opción es una de las mejores maneras para que los niños aprendan inglés al mismo tiempo que exploran la cocina. 



Recetas simples para aprender inglés con los más pequeños de la casa.

 

Una de las recetas más clásicas (y fáciles) para entrar en este mundo culinario son las hamburguesas. Primero, debemos ayudarles a preparar la carne con mucho cuidado, mientras les enseñamos a los niños algunas palabras útiles en inglés como “meat” (carne) o “ground” (cortado). Después de cocinar la carne, podremos esparcir por encima perejil y cebolla (parsley and onion), para aderezarlo todo y darle más sabor, seguidamente pondremos el queso (cheese) y el panecillo (bread or roll) con la salsa a gusto de cada uno. Esta receta es ideal si queremos empezar desde lo básico con los más pequeños de la casa. 

 

Otra opción deliciosa es hornear galletitas para obtener dos triunfos con un solo acto: decorar nuestros postres con galletitas y aprender algunas palabras en inglés. Si seguimos la receta, podemos estar seguros de que obtendremos unas cookies excelentes y un avance en el aprendizaje lingüístico. Mientras nosotros mezclamos los ingredientes y horneamos, nuestros niños pueden ocuparse de los aderezos. En caso de que estén muy entusiasmados por tener sus manitas sobre las galletas podemos decirles verdades como ‘rolling out the dough’ (extender la masa) logrando así darles un vocabulario básico a todos los involucrados en el proyecto. 

 

Un postre deliciosamente rápido para preparar son los bollitos rellenos con nutella mientras decoramos el pan con caramelos o chocolate inventando formas. Esta preparación es ideal para aquellos que quieren empezar desde cero con la cocina: todos pueden ser parte del proyecto dejando sus huellas en los bollitos al tiempo que unen el conocimiento culinario con el lingüístico. 

 

Otra deliciosa receta para preparar es una pizza casera acompañada de palabras como “mashing the dough” (estrujar la masa) y “rolling up the edges” (levantar los bordes). Añadiendo más ingredientes a escena, tendremos unas pizzas únicas y nuestros pequeñines aprenderán términos como “spreading sauce” (extender salsa) o “sprinkling with mozzarella cheese” (espolvorear con queso mozzarella), por lo que las opciones culinarias son infinitas. 

 

Podemos hacer recetas súper ricas sin complicarnos demasiado como es el caso de los “chocolate peanut butter”, aunque sí con bastante motivación para aprender léxicos nuevos en inglés. En este caso lo único que se ha de tener en cuenta es sumergirse en la búsqueda por palabras nuevas y retar a nuestros hijos a explicar cada ingrediente al mismo tiempo que los experimentan, potenciando el aprendizaje de los más pequeños. 

 

Pensar a futuro en lo que al aprendizaje del inglés se refiere, puede ayudar a tus hijos a desenvolverse mejor el día de mañana. Cuando vayan a un summer camp english, podrán comprender las palabras referentes a las comidas, algo que les ayudará a desenvolverse mejor.

 

En resumen, cocinando con nuestros hijos pueden aprender y mejorar su inglés sin aburrirse e incluso entretenerse gracias al glorioso mundillo culinario que nos ofrece esta práctica. Así que ¿por qué no motivarlos y hacerlos parte de una experiencia donde el éxito está garantizado? El único punto clave para aquellas personas involucradas que desean demostrar su fluidez lingüística es no dejar de intentarlo y siempre mantenerse en el aprendizaje. 

 

Cuantas más veces nos esforcemos por la práctica del inglés, mejor utilizaremos las herramientas que ya conocemos pareciendo cada día un verdadero experto en la materia. Así que, ilumina tu casa con recetas diferentes cada vez preparando comidas deliciosamente creativas aprovechando los momentos familiares para afianzar el aprendizaje. 

 

Beneficios de aprender inglés cocinando

 

Además, al preparar recetas aprenderemos conceptos básicos del inglés colaborando con el desarrollo intelectual de los más pequeños. Qué mejor manera de involucrarse completamente en las enseñanzas adquiriendo destrezas propias del diario vivir antes que consultar un libro o pensar que hablar es suficiente para practicar el inglés. 

 

Cocinar juntos ofrece una experiencia más divertida para los miembros más pequeños de la familia que les aporta grandes beneficios además del hecho del aprendizaje gratificante. Cocinar y hablar inglés simultáneamente es una forma perfecta para interactuar con sus hijos al tiempo que general historias y recuerdos compartidos por todos. 

 

Está demostrado científicamente que cocinar con sus hijos desde temprana edad contribuye al desarrollo intelectual de los mismos; además, establece el primer paso hacia estableciendo buenos hábitos dietéticos en su vida diaria toda vez que se alejan de los alimentos precocinados y calientes. 

 

En conclusión, la cocina puede ser un entorno ideal para enseñar inglés a los miembros más pequeños de la familia. Las recetas son una forma divertida y entretenida de que los niños practiquen el vocabulario básico que les permitirá hablar un segundo idioma con fluidez y destreza. Cocinar juntos no solo es bueno para el desarrollo de sus hijos sino también un maravilloso tiempo compartido para descubrir nuevas posibilidades saludables en el inglés que serán además beneficiosas para toda la familia. Así es cómo podemos aprender inglés cocinando: a través de experiencias divertidas, prácticas e inolvidables. 

 

No hay mejor camino hacia un lenguaje perfecto que pasándolo bien preparando deliciosas comidas. Así es cómo podemos aprender inglés cocinando: a través de experiencias divertidas, prácticas e inolvidables. ¡Ánimo con sus recetas!

Comienza a ser anfitrión

Comienza a ganar