Cada alumno tiene sus propias técnicas de estudio, algunas aprendidas en la escuela y otras desarrolladas de forma independiente. Estas técnicas se utilizan para memorizar mejor la información y se pueden aplicar en el estudio de cualquier materia, incluido el inglés.
Entre los más efectivos para aprender lenguas extranjeras se encuentran los mapas mentales, que ayudan a ampliar el vocabulario, dominar las reglas gramaticales y mejorar las habilidades de lectura y comprensión.
De hecho, el mayor desafío al que se enfrentan los estudiantes es aprender bien el vocabulario y expresarse con fluidez. No es algo que se adquiera de la noche a la mañana, sino que es un resultado que requiere paciencia y perseverancia en el estudio.
Los profesores, al encontrarse con estas dificultades, en la escuela o en los cursos de inglés de verano, sugieren usar un cuaderno para anotar las nuevas palabras, agregando fonética y traducción para cada una de ellas.
Es un método más eficaz que el simple estudio de memoria, que sin embargo puede resultar aburrido y poco eficaz a la hora de relacionar las nociones aprendidas.
En un cuaderno, las diversas palabras se transcriben en secuencia, a menudo en orden aleatorio, según el contenido de las lecciones o los aportes recibidos.
Este orden no estructurado puede ser ineficaz, especialmente en términos de tiempo, porque la transcripción se realiza en líneas separadas y para volver a un término hay que buscar hojeando las distintas páginas. Y aquí es donde los mapas mentales marcan la diferencia.
Los mapas mentales son diagramas en los que hay un nodo central, que puede ser un concepto o un tema. En torno a este se desarrollan nodos secundarios que a su vez dan vida a otros, y así sucesivamente.
Así se construye una estructura ramificada, compuesta por frases cortas, colores e imágenes que ayudan a visualizar la información. No hay límites y puedes expandir el esquema indefinidamente, dependiendo de cuánto quieras profundizar en los temas.
Utilizan el mismo sistema que el cuaderno, pero según una lógica más parecida a la mental.
De hecho, ambas técnicas utilizan el mismo recurso, es decir, la transcripción del contenido almacenado en un medio físico. Pero estos diagramas permiten ordenar las nociones en el espacio, facilitando la comprensión, ya que los conceptos transcritos pueden ser recordados instantáneamente y relacionados con otros nuevos.
Al hacerlo, no pierde la visión general y aprende más rápido, sin tener que hojear el cuaderno o tratar de recordar. En esencia, se trata de compensar las limitaciones de la mente con una herramienta de visualización especialmente eficaz.
Ya sea un curso de italiano o de inglés, los mapas mentales son útiles para aprender un segundo idioma y representan una herramienta para probar en sesiones de estudio individuales o grupales.
Hemos visto cómo funcionan estos diagramas en general, pero ahora veamos cómo se pueden usar para estudiar inglés. Empecemos diciendo que partir de un solo nodo podría llevar a construir una estructura demasiado ramificada, lo que no ayudaría a organizar los contenidos.
Por lo tanto, sería mejor crear varios mapas, cada uno de los cuales se basa en una macrocategoría, como vocabulario y gramática.
Aprender vocabulario es el primer paso para conocer una lengua extranjera. Es un proceso que se desarrolla por sí mismo, perseverando en el estudio, pero sobre todo leyendo y hablando. Para organizar las palabras y poder recordarlas rápida y fácilmente se puede utilizar un mapa mental, que puede ayudar especialmente para aquellos términos que representan excepciones. Esto también es útil para mejorar la escritura, ya que amplía el conocimiento de los sinónimos, haciendo que los textos sean más naturales y fluidos.
Simplemente divida el vocabulario en categorías generales y comience a crear subcategorías en las que ingresar nombres, a las que puede agregar fonética y traducción a su propio idioma. Este sistema también es adecuado para aprender varios idiomas extranjeros, ya que basta con colocar las diferentes traducciones una al lado de la otra. Por ejemplo, si estás tomando un curso de italiano y español, para el término "idioma" podrías ingresar las respectivas traducciones "idioma" y "idiomas", haciendo lo mismo para cada palabra agregada.
Si expandir tu vocabulario ya parece un desafío, aprender las reglas gramaticales podría ser aún más desafiante. La gramática inglesa no es muy difícil, pero aún tiene reglas y excepciones que deben recordarse. Sobre todo si el objetivo es aprender a escribir y tener fluidez en las conversaciones, sabiendo construir frases en tiempo real. Después de categorizar el vocabulario, podemos aplicar los mismos principios a los verbos y otras partes del discurso también. Por ejemplo, puede comenzar con los verbos como nodo central, desde el cual comenzar los tiempos como subcategorías. No puede ser exhaustivo de inmediato, pero lo ideal es ceñirse a los temas ya tratados durante las lecciones o cursos de verano de inglés. Por ejemplo, si estás aprendiendo el tiempo presente, puedes crear una rama para este tiempo y dividirlo en sus variantes: presente simple, presente continuo, presente perfecto, etc. Cada categoría se puede detallar más indicando algunas situaciones de uso y proporcionando ejemplos para facilitar la comprensión.
Los mapas mentales se pueden construir poco a poco y pueden resultar útiles cuando se usan durante cursos escolares o cursos de inglés de verano. Representan un apoyo válido a un proceso de aprendizaje que se construye a lo largo de los años y que en todo caso no puede desligarse de la práctica del idioma, aspecto fundamental para adquirir fluidez. Pueden ayudar a superar las dificultades para estudiar, pero al final será necesario demostrar las habilidades en el campo, tal vez organizando una estancia de inglés en el extranjero.
Para construir estos diagramas puedes usar lápiz y papel, con la ayuda de rotuladores, notas adhesivas, imágenes y cualquier cosa que pueda ayudar a la visualización. Sin embargo, hoy en día existen aplicaciones dedicadas a este fin, para ser instaladas en una computadora o dispositivo móvil. Por lo tanto, no tiene que preocuparse por las limitaciones de expansión y los requisitos de espacio, y puede realizar actualizaciones y cambios en cualquier momento y en cualquier lugar. De esta manera puedes llevarlos contigo en unas vacaciones inglesas o en cualquier otra ocasión para practicar y profundizar en tu lengua extranjera.