Francisco de Goya, cuyo nombre completo es Francisco José de Goya y Lucientes, es un conocido pintor español de finales del siglo XVIII. Nació en 1746 y murió en 1828. Durante su vida demostró una técnica artística incomparable así como un compromiso político en todo momento. También fue testigo de los horrores de su tiempo, que influyeron mucho en sus obras. ¿No conoces a este pintor? Los invito a descubrir quién fue y a estudiar más específicamente uno de sus cuadros más famosos: El Tres de Mayo.
Juventud e inicios artísticos de Goya
Hijo de José de Goya y Gracia Lucientes, Francisco de Goya nació el 30 de marzo de 1746 en Fuendetodos, cerca de Zaragoza, España. Desde temprana edad desarrolló un gran interés por el arte e ingresó en la academia de dibujo de José Luzán, en Zaragoza, en 1759. De esta época se conservan pocas obras, las que aún existen son en su mayoría representaciones religiosas de estilo barroco como La triple generación. (“La triple generación”). Abandonó esta escuela cuatro años después y luego intentó ingresar en la Academia de San Fernando de Madrid para perfeccionar su técnica, pero no lo consiguió. Decidió entonces trabajar con Francisco Bayeu, un pintor reconocido.
De formación autodidacta, Francisco de Goya perfeccionó su cultura artística al interesarse por las colecciones del Palacio Real de Madrid. Partió a Italia en 1770 y recibió su primer premio en Parma por su cuadro Aníbal vencedor contemplado por primera vez Italia desde los Alpes ("Aníbal conquistador, descubriendo Italia por primera vez desde los Alpes"). Después de un año en Italia, regresa a su tierra natal con cierto prestigio que le permite recibir sus primeras órdenes ese mismo año, a la edad de 25 años.
En su vida privada, Goya se realiza. Se casó con Josefa Bayeu, hermana de Francisco Bayeu, en 1773. Tuvieron varios hijos juntos, pero solo uno llegó a la edad adulta: Francisco Javier de Goya.
Primeros grandes encargos de este conocido pintor español
En 1774 Goya empieza a hacerse un nombre y se convierte en un conocido pintor español , siendo apreciadas las obras que entrega. Anton Raphael Mengs, un pintor neoclásico muy influyente, incluso lo animó a regresar a Madrid donde podría reclamar encargos más importantes. Goya, por tanto, regresa a la capital española al año siguiente y pocos meses después recibe un encargo para decorar determinadas estancias de los palacios del Escorial y del Prado. Su trabajo es incluso notado por la familia real.
Goya fue contactado por Carlos III, rey de España, a fines de la década de 1770 y comenzó a trabajar directamente para la familia real. Su nuevo estatus le permitió incorporarse a un círculo de intelectuales españoles inspirados en las ideas del Siglo de las Luces. Fue en este momento cuando Goya comenzó a hacer valer su compromiso político, que luego se reflejaría en sus obras.
Cuanto más pasan los años, más se encuentra la influencia de Diego Velázquez en la obra de Goya. Este último comenzó realizando grabados copiando algunas de las obras de su maestro. Luego se inspira en su obra en varias ocasiones: Goya se representa a sí mismo en su cuadro La familia de Carlos IV (“La familia de Carlos IV”) tal como lo había hecho Velázquez en Las Meninas (“Las Meninas”); también fue el primero en pintar un desnudo (La Maja desnuda) desde Velázquez en 1650 (La Venus del espejo) y técnicamente ambos usan una luz bastante dramática, como en sus dos representaciones de Cristo crucificado (Velázquez a la izquierda y Goya a la derecha).
Sin embargo, el creciente éxito de este conocido pintor español no solo alegra a la gente. A partir de 1780, Francisco Bayeu sintió celos de su cuñado, lo que obligó a éste a distanciarse del hombre que, sin embargo, le había permitido labrarse un nombre. A partir de 1783, Goya trabajó principalmente para la aristocracia española: después de haber servido a don Luis, uno de los hermanos del rey, pintó para el marqués de Peñafiel e incluso llegó a ser ayudante de dirección de pintura en la Academia de San Fernando, a quien no había llegado. integrarse como un estudiante más joven.
Goya al servicio del Rey de España
Unos años más tarde, en 1786, Goya tuvo el honor de convertirse en pintor del Rey de España. Trabajó durante varios años en los tapices que adornaban varias estancias del Palacio del Prado. Fue a partir de este período cuando el pintor comenzó a involucrarse socialmente: mientras que antes se limitaba a representar a los aristócratas que le hacían encargos, Goya empezó a integrar ya en 1790 un punto de vista personal y crítico con la sociedad en algunas de sus obras. Es el caso, por ejemplo, de El pelele (“El títere”): cuatro mujeres, probablemente damas de la corte, juegan al “pelele”, juego que consiste en hacer botar a un hombre sobre una sábana. En la escena, el hombre es representado como un títere desarticulado, para contrarrestar la situación real de las mujeres en España, que muchas veces son dominadas y silenciadas por los hombres.