Viajar a un nuevo país es una de las mejores formas de aprender su idioma y conocer su cultura. Los hoteles le darán a su viaje esa sensación de lujo mientras que su estadía en un albergue le permite conocer a otros viajeros de todo el mundo, pero la experiencia de vivir con una familia anfitriona es incomparable. Resumimos las razones por las que quedarse con un anfitrión siempre le dará el máximo provecho de su viaje.
Alojarse con un anfitrión es lo más cercano que puede estar a vivir como un local y lo abre a conocer a la mayoría de las personas en su viaje. La familia con la que se queda es la base de lo que rápidamente se convertirá en una red mucho más grande de conexiones que hará durante su estadía. A menudo vivirás con niños de edad similar que te presentarán a sus amigos y también conocerás a otros anfitriones y sus círculos. ¡Las posibilidades sociales son infinitas! Mientras tanto, vivirá sus días como lo hacen los lugareños, cocinando, probando platos locales caseros, participando en actividades y aprendiendo el idioma.
Vivir con una familia local lo sumergirá por completo en el proceso de aprendizaje. Serás desafiado y recompensado por tus esfuerzos y te sorprenderá la rapidez con la que mejoras. Elegir vivir con una familia anfitriona es probar sus habilidades lingüísticas y acelerar su progreso. No volverá constantemente a su lengua materna, lo que lo ayudará a mejorar de manera más consistente. También le permitirá practicar en entornos más íntimos que muchos encuentran mucho menos abrumadores que en un salón de clases o en un entorno de examen.
Con un anfitrión, te sumergirás por completo en la sociedad para vivir la experiencia más auténtica. Porque, ¿de qué sirve venir hasta aquí para hacerlo a medias? Exprime hasta la última gota de esta experiencia porque es única en la vida, así que querrás hacerlo bien. Alojarse con amigos desde casa en un alojamiento comercial le quita mucho carácter a su viaje, pero quedarse con un anfitrión hará que cada viaje sea completamente único. Esto se debe a que cada familia con la que se quede traerá nuevos amigos, nuevos entornos y nuevos recuerdos.
Vivir con una familia anfitriona significa que no dependerá de los guías turísticos ni de Google para sus recomendaciones. Los puntos turísticos serán fáciles de encontrar, pero ¿qué pasa con esas gemas ocultas y actividades fuera de los circuitos habituales? Su familia será una enciclopedia de conocimientos para las áreas locales, que le indicará los mejores lugares para ir que los turistas no conocerán. También podrán proporcionar cualquier información útil sobre seguridad y costumbres para que nunca se quede en la incertidumbre.
Vivir con una familia anfitriona te brindará una experiencia verdaderamente auténtica y holística con todos los adornos. Es la mejor manera de aprovechar al máximo su estadía y aprovecharla al máximo. ¡Será divertido, educativo e inolvidable! Seguirá teniendo amigos de su casa cerca y estará plenamente respaldado por su programa de intercambio, pero con él ganará más de lo que podría quedarse en un alojamiento privado. ¡Así que desafíate y expande tus horizontes embarcándote en el viaje de tu vida!