A través de la pandemia y los bloqueos, las herramientas digitales de aprendizaje de idiomas han seguido teniendo un uso cada vez mayor, y solo las aplicaciones generaron casi $ 3 mil millones en ventas en 2021. Pero el aprendizaje digital no es una realidad nacida en estos últimos años. A principios del nuevo milenio, comenzó a circular el primer software que brindaba cursos, ejercicios e incluso exámenes para prepararse para exámenes más complejos como el TOEFL. De los cursos instalados localmente a los conectados a la web, el paso fue corto, hasta la difusión de los smartphones. Gracias a ellos, esta forma de aprender ha tomado forma en la app, completada con premios, retos y otras funcionalidades para dar un carácter más lúdico al estudio.
Este último aspecto ha ayudado especialmente a los alumnos con dificultades de concentración, que encuentran en la app una situación divertida para aprender nuevas palabras o reglas gramaticales.
Sin embargo, el principal motivo de su difusión radica en la comodidad de uso, y la pandemia no ha hecho más que hacer más evidente este aspecto. A día de hoy, cada vez son más los jóvenes que utilizan estas apps, a pesar de que ya no hay estado de alarma y se puede ir al colegio sin problemas. Muchos estudiantes piensan que estas herramientas están destinadas a un aprendizaje integral del inglés. Pero, aunque son útiles en las primeras etapas de estudio, para lograr un nivel profesional de inglés no puedes confiar solo en ellos, y a continuación te explicamos por qué.
Una aplicación está llena de recursos para aprender un idioma, incluidos ejercicios, un vocabulario y una base de datos de audio para escuchar la pronunciación de cada palabra. Uno podría pensar que el software ha reemplazado el papel del maestro, pero ¿es realmente así?
Reflexionando sobre las posibilidades que ofrecen las lecciones reales, incluso en línea, uno se da cuenta de cómo el aprendizaje de un idioma no puede prescindir de la interacción humana. Un profesor confronta a los alumnos en tiempo real, explica los conceptos, responde las preguntas, corrige los ejercicios y, sobre todo, puede tener conversaciones en el idioma.
Los estudiantes también interactúan entre ellos, hacen preguntas y las respuestas obtenidas hacen que la explicación de los temas sea más profunda.
En resumen, la presencia humana crea un entorno de aprendizaje particularmente rico en intercambios, estímulos y actividades constructivas, a diferencia de la estéril interacción usuario-software que ofrecen las apps.
Las herramientas digitales tienen estructuras y limitaciones preestablecidas, ya que su objetivo es ser lo más generales posible para satisfacer las necesidades de millones de usuarios. No podemos hablar con una aplicación pidiendo más ejercicios o explicaciones sobre un tema que no entendemos, tenemos que conformarnos con lo que ofrece. Cualquier estudiante de inglés puede ser mejor en algunas materias y peor en otras, o ser minucioso y tener un vocabulario y una gramática perfectos, pero bastante pobre en la comprensión del inglés hablado. La personalización es un aspecto crucial en el aprendizaje de idiomas, que no puede ser ignorado para obtener excelentes resultados. Los profesores lo saben muy bien, por lo que al comienzo de los cursos prueban el nivel de los alumnos y, en función de los resultados, ofrecen lecciones destinadas a desarrollar todas las cualidades necesarias para ser competentes en el uso del idioma. También pueden recomendar inscribirse en un curso de inglés de verano o realizar un período de estudios en el extranjero, como una estancia en inglés.
A esto se suma el hecho de que el estilo de aprendizaje es un factor individual. Por ejemplo, si algunas personas se aburren estudiando solas y obtienen más resultados cuando lo hacen en grupo, a otras les cuesta concentrarse y prefieren las lecciones individuales.
Las herramientas digitales son representaciones limitadas del lenguaje. Es decir, enseñan inglés estándar, que es un buen punto de partida, pero no es suficiente para adquirir fluidez y poder hablar en cualquier contexto. Las bases de datos de palabras y frases se utilizan para construir un conocimiento básico, pero no son capaces de capturar los matices y coloquialismos típicos del idioma hablado.
No hay que olvidar que uno de los principales propósitos de aprender inglés es comunicarse con facilidad. Y para lograr este objetivo necesitas entrenarte para escuchar a más hablantes nativos, con diferentes acentos y pronunciaciones. Esta es la única forma de llegar a ser bueno entendiendo y sabiendo hablar con cierta fluidez. Esto no es posible a través de una aplicación, sino solo viviendo en un contexto real donde existe esta posibilidad, como unas vacaciones en inglés. Esta limitación de las herramientas digitales demuestra una vez más que la interacción humana es un componente fundamental de la enseñanza.
No solo la pronunciación y las expresiones idiomáticas, sino también el contexto y la cultura son factores esenciales en el aprendizaje de un idioma. Hay muchas situaciones en las que puedes poner a prueba tu inglés y una aplicación, por muy bien hecha que esté, no es capaz de ofrecer ejercicios diseñados para cada circunstancia. Por lo tanto, la mejor manera de practicar es sumergirse en estas situaciones reales y adquirir experiencia en el campo, por ejemplo, yendo al extranjero por un período de tiempo. Por eso, un viaje de estudios es la solución que mejores resultados ofrece para aquellos que quieren aprender o perfeccionar su inglés.
Hemos visto cómo la interacción humana es un componente indispensable para aprender un idioma y al irte a una estancia en inglés tendrás oportunidades continuas de interactuar con la gente local, desde la mañana hasta la noche. Esto es particularmente evidente si el anfitrión es una familia local, con quien habrá situaciones para hablar, antes y después de los cursos de inglés de verano.
Además, durante el día, puedes practicar escuchar y hablar inglés en diferentes contextos, con otros compañeros y amigos, por ejemplo, buscando direcciones para el transporte público o pidiendo comida si te detienes a comer algo. Las situaciones surgen espontáneamente y tienes que depender únicamente de tu nivel de inglés para entender y hacerte entender. Siempre tendrás tu app en tu smartphone, quizás útil para algunas dudas. Pero pronto lo olvidarás y te darás cuenta de que nada puede reemplazar la satisfacción de poder hablar inglés y salir adelante por tu cuenta en cualquier situación.