Saber hablar inglés con confianza es un aspecto indispensable para aprender el idioma. Ningún conocimiento teórico puede igualar la emoción y la satisfacción que provienen de usar las propias habilidades para comunicarse en situaciones reales.
Adquirir la capacidad de hablar inglés con fluidez, confianza y naturalidad es una meta alcanzable. A menudo, muchos estudiantes encuentran esta meta demasiado difícil. Entonces se resignan a estudiar solo durante los cursos y se limitan a los conocimientos básicos.
No se dan cuenta de que unos minutos al día serían suficientes para mejorar significativamente su capacidad de expresión.
Lo que distingue entre saber el idioma y saber hablar es precisamente la fluidez y naturalidad con la que uno es capaz de comunicarse y comprender un discurso. Estos se pueden adquirir a través de la práctica constante, pero no necesariamente difíciles.
El camino hacia esta meta varía para cada estudiante, pero hay varias formas de progresar en un período de tiempo relativamente corto.
En primer lugar, es bueno aclarar qué significa hablar con fluidez un idioma. La fluidez en un idioma consta de dos componentes esenciales: la competencia en la comprensión y la capacidad de articular con precisión los propios pensamientos.
Ser fluido significa comunicarse libremente con hablantes nativos sin tener que pedir ayuda. Esto es evidente en la naturalidad con la que uno responde en un discurso. Las respuestas fuera de contexto son, de hecho, una señal de que no tiene suficiente comprensión del idioma. Una respuesta clara, expresada en poco tiempo y sin pausas, es en cambio una señal positiva.
La fluidez en inglés también se logra con habilidades de expresión oral. Aunque se piensa que para hablar con fluidez es necesario tener un vocabulario amplio, conviene aclarar que memorizar palabras y gramática por sí sola no es suficiente. Lo que importa es saber comunicarse de manera efectiva. Solo con la práctica puedes desarrollar las habilidades de expresión oral que te permitan hablar inglés de manera articulada y segura. Los siguientes consejos están destinados a ayudarte a dominar el inglés hablado y a expresarte con fluidez y naturalidad.
Si te cuesta hablar inglés con fluidez, antes que nada es esencial cambiar tu enfoque. Si no puedes expresarte bien, no te culpes. Después de todo, hay un punto de partida para todos. No tengas miedo a equivocarte, lo importante es transmitir el mensaje. Incluso aquellos que hablan inglés correctamente no son inmunes a los errores, así que no seas demasiado duro contigo mismo. En su lugar, busca oportunidades para mejorar tus habilidades de inglés hablado, ya que la exposición al idioma te ayudará a hablar con más fluidez y confianza. Además, aprenderás nuevas expresiones y modismos con los que articular tus opiniones.
Un acercamiento constante, hecho de pequeños pasos y aciertos, es la mejor manera de desterrar el miedo a equivocarse. Cada pequeña mejora en inglés es una victoria, así que aprende a celebrar esos éxitos.
Dedicar solo una hora a la semana a estudiar inglés puede ser muy poco para lograr un progreso significativo. Para progresar, es mucho más efectivo dedicar unos minutos cada día a hacer ejercicios cortos.
La "inmersión" es una técnica muy eficaz para la mejora. La idea es crear un ambiente donde el idioma esté siempre presente, para escuchar y hablar constantemente. Para dominar el inglés, es importante integrarlo en su rutina diaria para que pueda aprenderlo y practicarlo todo el tiempo. Con el tiempo, se convertirá en un lenguaje natural para ti.
Más allá de estudiar, existen innumerables formas desafiantes e imaginativas de sumergirse en el idioma. Puedes cambiar la configuración de tus dispositivos electrónicos, ver películas y escuchar canciones en inglés o suscribirte a un podcast.
El secreto es elegir siempre el inglés siempre que tengas la oportunidad. También puede desafiarse a sí mismo con material en inglés que crea que está más allá de su nivel de competencia.
Una estancia en inglés puede ayudarte a aprovechar al máximo el aprendizaje inmersivo. Es la forma más efectiva y probada de aprender a hablar con fluidez y naturalidad. Esto se debe a que el estudiante está completamente inmerso en un entorno donde solo se habla el idioma extranjero. Por lo tanto, tendrá que hacer un esfuerzo para comprender y comunicarse con hablantes nativos. Por tanto, el aprendizaje no se limitará a los cursos presenciales, sino que será total y constante.
Una ventaja adicional es la posibilidad de alojarse con una familia local. De esta manera tendrás aún más oportunidades para comunicarte y mejorar tu pronunciación y acento. No importa cómo te quedes, unas vacaciones en inglés son la forma más efectiva de adquirir fluidez en muy poco tiempo.
Algunas personas son tímidas cuando se trata de hablar inglés en voz alta. Posponen hablar indefinidamente y nunca abordan el problema. Pero el ejercicio oral es una de las prácticas más efectivas para lograr mejoras. Es importante practicar frases básicas y grabarte leyendo textos sencillos. De esta manera te familiarizas con el sonido del inglés y con tu propia pronunciación. Puede guardar su grabación para realizar un seguimiento de su progreso y hacer que un hablante nativo la escuche. Aún mejor si estás asistiendo a cursos de inglés de verano y tienes un profesor nativo para pedirle una opinión.
En cualquier caso, trata de entender qué errores estás cometiendo. Para ello, es posible utilizar un diccionario en formato digital, donde se puede escuchar la pronunciación correcta junto a la palabra. Día tras día, verás que tu pronunciación mejora, así como la naturalidad con la que te expresas.
Si no tienes la oportunidad de pasar unas vacaciones en inglés, entonces podrías considerar tomar un curso de inglés de verano. En estos cursos tendrás la oportunidad de hablar con un profesor nativo y obtener retroalimentación inmediata sobre tu habilidad para hablar. Estos cursos pueden ser colectivos o individuales. Para sacarle el máximo partido, los cursos individuales son los más adecuados, ya que es posible elegir un itinerario de formación personal. De esta forma, se pueden establecer objetivos y técnicas para mejorar la naturalidad del inglés hablado. Además, tienes más tiempo para tener una conversación directa con el profesor, lo que te permite hablar inglés con más fluidez en muy poco tiempo.
Este tipo de curso también se puede realizar en línea, brindando la máxima flexibilidad, especialmente en el verano, cuando desea tener libertad para moverse.