Precisión o fluidez: ¿qué es más importante para aprender inglés?
Para evaluar el nivel de inglés, se utilizan varios parámetros, que incluyen habilidades de escritura, comprensión auditiva, expresión oral y comprensión. El conocimiento del vocabulario y la gramática también son dos aspectos importantes que todo estudiante no debe descuidar. Cada institución que certifica el nivel de inglés tiene sus propios parámetros y puntajes de evaluación. Por tanto, la forma de evaluar no es única y muchas veces pasa por alto una cualidad fundamental, la fluidez.
En el pasado, la enseñanza del inglés se enfocaba más en habilidades como la precisión, el conocimiento de las reglas gramaticales y la pronunciación. Hoy en día, este enfoque académico ha cambiado ligeramente y existe una preferencia por potenciar aspectos como el flujo natural del lenguaje, centrándose más en saber hablar y comunicarse de manera efectiva. Las técnicas de aprendizaje actuales valoran igualmente la precisión, pero practicando en lugar de invertir horas solo estudiando la teoría.
Desde el punto de vista del estudiante, es natural preguntarse en qué concentrarse para poder hablar a un nivel similar al de un hablante nativo. Pero antes de darte una respuesta es útil aclarar el significado de estos dos términos.
¿Qué se entiende por precisión en el aprendizaje del inglés?
La precisión es la primera cualidad en la que se centran tanto los profesores como los alumnos. Cuando uno está aprendiendo inglés por primera vez, a menudo se presta atención a la precisión con la que se utiliza el sistema lingüístico. Ser preciso significa conocer el vocabulario, la gramática y la pronunciación correcta. Estas características se manifiestan sobre todo en el inglés escrito, en la capacidad de saber construir oraciones correctamente utilizando tiempos verbales, artículos y otras partes del discurso. Saber escribir es sumamente importante tanto en el ámbito académico como profesional y cometer errores en un ensayo o en el currículum vitae podría revelar un escaso conocimiento del idioma, afectando negativamente la carrera del estudiante. Ser preciso requiere una práctica constante y un estudio gradual, por lo que los profesores suelen monitorear el progreso de los estudiantes para verificar su precisión y proponer ejercicios destinados a llenar vacíos y corregir errores.
Qué se entiende por fluidez en el aprendizaje del inglés
La fluidez es la capacidad de poder hablar con facilidad, sin tener que detenerse para encontrar las palabras adecuadas o reformular conceptos. En resumen, se puede decir que es la capacidad de mantener una conversación, comprender lo que se escucha, saber responder y hacerse entender. Es una cualidad que implica el conocimiento de las reglas gramaticales y del vocabulario, pero sobre todo la comprensión de cómo se pueden utilizar estos recursos para expresarse.
Para un estudiante significa que es más importante poder formular sus pensamientos y comunicarlos, incluso si comete errores.
Si la precisión es importante para escribir, la fluidez es esencial para hablar, especialmente con hablantes nativos. Y esto también es importante en el ámbito laboral, especialmente para aquellas profesiones que requieren interacción con clientes extranjeros, como comercio, turismo y organismos internacionales. También es fundamental para aquellos que quieren viajar, porque te permite tener conversaciones con personas de todo el mundo.
Las modernas técnicas de enseñanza apuntan a trabajar más esta habilidad, ya que las mejoras son más inmediatas y dan al alumno los medios para poder utilizar lo aprendido de inmediato, animándolo así a seguir estudiando.
Precisión o fluidez: ¿Qué importa más?
La precisión es importante para aprender inglés porque garantiza que se transmita un mensaje claro, lo que reduce las posibilidades de malentendidos y errores. Además, te permite escribir correctamente demostrando así un sólido conocimiento del idioma. Pero si bien la gramática, el vocabulario y la pronunciación son componentes indispensables, por sí solos no son suficientes para poder expresarse al nivel de un hablante nativo.
La fluidez implica la capacidad de hablar y comprender sin demasiado esfuerzo y permite que los estudiantes se comuniquen de forma natural, sin tener que luchar para encontrar las palabras. Además, a diferencia de la simple precisión, otorga la capacidad de hablar adecuadamente en diversos contextos, utilizando también expresiones idiomáticas o matices lingüísticos, adquiridos más con la práctica que con el estudio.
Si bien ambos son importantes, su prioridad depende de los objetivos del estudiante, quien debe tratar de lograr un equilibrio entre los dos. Centrarse en la precisión al principio del aprendizaje puede ayudar a construir una base de conocimientos, mientras que centrarse gradualmente en la fluidez puede mejorar su capacidad para comunicarse de forma natural.
Por lo tanto, si bien la precisión es un aspecto clave, lograr un alto nivel de dominio lingüístico requiere un enfoque integral que incorpore una capacidad natural para fluir a través del lenguaje, adquirida principalmente a través de la experiencia.
Cómo mejorar tu precisión y fluidez en poco tiempo
Los métodos para desarrollar estas dos cualidades son diferentes. El estudio activo, la práctica y la revisión del maestro son necesarios para ser precisos, mientras que la exposición sostenida al idioma y la práctica constante son necesarias para tener fluidez.
En el primer caso, los estudiantes mejoran a través de cursos de inglés, pero pueden dedicarse a estudiar de forma independiente asistiendo a clases extracurriculares o cursos de inglés de verano. Un poco como se recomienda en un curso de italiano, leer textos en inglés también puede ayudar a ampliar el vocabulario, la comprensión de la gramática y las habilidades de escritura.
Estos métodos también pueden ser útiles para adquirir fluidez. Pero, para adquirir esta última habilidad, se recomienda exponerse a la lengua extranjera también mediante el estudio pasivo o mediante técnicas de inmersión. El estudio pasivo significa estar expuesto al inglés en actividades diarias que no son necesariamente educativas, como escuchar música, leer libros, mirar películas o encontrar un compañero de intercambio de idiomas.
Por técnicas de inmersión entendemos aquellas ocasiones en las que el alumno está en condiciones de poder comunicarse únicamente con hablantes nativos, como en una estancia en inglés.
Unas vacaciones en inglés, al estar llenas de situaciones y oportunidades que fomentan la comunicación, ofrece la posibilidad de mejorar la capacidad de expresión, de trabajar la pronunciación y el acento. Esto infunde confianza al hablar y una mayor confianza en los propios recursos. Durante una estancia en inglés, especialmente con una familia anfitriona, los estudiantes pueden practicar la conversación, exponiéndose a diferentes dialectos y expresiones idiomáticas que pueden utilizar para enriquecer su vocabulario y poder hablar con fluidez.